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    Niños prodigio hay muchos. Criaturas que, de pronto, “despuntan” en una habilidad que por su edad o nivel de maduración no es habitual. Los llamados niños prodigio de la música siempre nos llaman la atención, de algún modo nos recuerdan al virtuosismo de un Mozart, deslizándose con maestría y perfección por las partituras de ese piano, de ese violín, de esa flauta.

    Hoy queremos sorprenderte con todo un maestro del violín. Descubre el llamativo caso de Akim Camara.

    Violinista precoz desde los tres años

    Akim Camara tiene hoy 14 años, pero lleva unido a su violín y a su arco desde los dos años, cuando su profesor, Birgit Thiele, de la “Escuela de música de Marzahn”, de Berlín, lo inició en su educación musical. Fue su abuela la que dijo que el niño tenía que recibir formación en esta área, puesto que con apenas un año de vida, demostraba ya un peculiar sentido musical. Aún no sabía hablar y ya tatareaba diversas piezas musicales, tenía oído y sabía mantener el ritmo.

    ¿Cómo podía ser? Su profesor, no lo vio extraño. Suelen ser muchos los niños que presentan esa madurez musical tan temprana, sin embargo, el caso de Akim era muy peculiar. Se aprendía las partituras en apenas unos segundos, recordaba cómo ejecutar cada pieza en su pequeño violín casi al instante. Tenía un increíble oído musical, mucha madurez y un desconcertante aplomo con su instrumento ante el público.



    Con solo 2 años recibía dos clases semanales de 45 minutos, algo liviano, si tenemos en cuenta que a los 3 años, ya estaba dando conciertos con la maestría de un músico maduro que practica de modo intenso cada día. Akim, no parece necesitarlo. Lo lleva en su interior. El violín es su corazón, su sonrisa, su candidez es la inocencia con la cual, la música emerge de su interior como el oxígeno que respira. Es magnífico.

    Fue su profesor Birgit Thiele y el director de la escuela de musical, Gudrun Mueller, quienes decidieron contactar con un célebre músico y violinista llamado Andre Rieu. Le enviaron un vídeo del niño y quedó casi sin palabras. No dudó en conocer a Akim en persona y a entrevistarse con sus padres y su abuela, primero en Berlín, y luego, invitándolos a su estudio en Holanda. Y ahí, empezó todo.

    En julio del 2004, cuando Akim aún tenía 3 años, realizó su primer concierto en el Kerkrade Parkstad Limburg Stadion ante 18.000 personas, utilizando un violín grande. Y el éxito, fue absoluto. Más tarde llegaron los programas de televisión, las entrevistas, y las giras donde demostrar su arte y maestría. Se dice, que Akim solo necesita escuchar una vez una pieza musical, para recordarla a la perfección.

    A los 5 años fue invitado nuevamente para estar con Andre Rieu y su orquesta. Luego de asombrar a la multitud (aproximadamente 18,000 personas), Rieu se encocargó de pagar las lecciones musicales de Akim, violín y piano. Y por si fuera poco, Akim, posee una hermosa voz, por lo cual también canta junto a famosos artistas.